Las artes marciales, denominadas también sistemas de lucha, consisten en prácticas y tradiciones codificadas cuyo objetivo es someter o defenderse mediante la técnica. Hay varios estilos y escuelas de artes marciales que habitualmente excluyen el empleo de armas de fuego y otro armamento moderno. Lo que diferencia a las artes marciales de la mera belicosidad con violencia física (peleas callejeras) es la organización de sus técnicas en un sistema coherente y la codificación de métodos efectivos. En la actualidad las artes marciales se practican por diferentes razones, que incluyen el deporte, la salud, la protección personal, el desarrollo personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza. Además, puesto que el significado estricto es el de "artes militares", por extensión se aplica a todo tipo de forma de lucha cuerpo a cuerpo y a las artes militares históricas. Por esta asociación con la lucha y con las armas, incluye conocimientos relativos a sistemas que tradicionalmente se han considerado modalidades deportivas (ej. el boxeo, la esgrima, la arquería y la lucha libre).
La historia de los sistemas de lucha se remonta a los orígenes de la humanidad. Sin embargo, a partir del siglo XIX surge el concepto moderno de artes marciales.
El origen del concepto de artes marciales está relacionado con la irrupción de la edad moderna en extremo oriente. Este fenómeno supuso la transformación de las estructuras sociales feudales, el empleo de las armas de fuego que hacían perder vigencia a las formas tradicionales de lucha y la desaparición de los principios por los que se regía el mundo. El nombre marcial, proviene de Marte, el dios de la guerra romano. Las artes marciales orientales, en algunos casos, se practicaban en círculos cerrados o eran materia de una élite relacionada con la milicia y la nobleza, como fue el caso de los Samurái[2] [3] , y su contenido iba mucho más allá de lo que constituía el entrenamiento de la tropa. En China, por el contrario, se vio a las artes marciales y sus practicantes con desprecio, lo que debilitó el componente militar de la nación.[4] Cuando las artes militares tradicionales perdieron su peso crucial en el dominio de la sociedad y la defensa del país, se transformaron en una opción para el desarrollo de la nación con objeto de mejorar física y espiritualmente a la población, lo que ha contribuido a que se pierda el conocimiento de las aplicaciones prácticas de las mismas.
Escenas de lucha en las tumbas egipcias de Beni Hassan.
En la actualidad las artes marciales orientales aúnan un código ético preciso que tiene sus raíces en el confucionismo Chino, el shintoismo japonés y la espiritualidad del budismo zen (chan ?) impregnada del taoísmo o son estrictamente taoístas. Además, algunas artes marciales, como el tai chi chuan, se practican con objeto de mejorar el estado físico y psíquico.
Por otro lado, el concepto de acción en extremo oriente está relacionado con la economía de movimiento y libertad de elección que supone la reacción frente a las ventajas de la iniciativa. De esta forma, en las artes marciales toma preeminencia el concepto de defensa o protección personal.
Otro concepto de las artes marciales orientales que tiene especial relevancia en su historia es la doctrina de que es posible vencer a la fuerza mediante la suavidad. Estos componentes han sido uno de los atractivos fundamentales de las artes marciales concebidas como algo relacionado con las artes militares.
A partir de esta situación surgieron en Japón, y a través de ellos, algo más tarde en Corea los Do (Vías) (judo, karate do, aikid?, Taekwondo, Hapkido, Tangsudo, Kend?) y en China el kuoshu y más tarde el wushu. El éxito de las artes marciales surgidas como una reinterpretación de las artes militares históricas, propició que se recuperasen en diversas culturas los sistemas de lucha tradicionales. Así, en Japón se diferencian las antiguas tradiciones o escuelas (koryu o más bien ryu ha) en relación a las artes surgidas tras la restauración Meiji (gendai) y en China las artes marciales tradicionales (kuo shu) del wushu moderno.
Algunas artes marciales, y en particular las artes marciales originadas en China, Japón y Corea, van más allá de las aplicaciones mecánicas e incluyen conocimientos de traumatología, regulación del sistema psicofísico (chi kung (qigong)), terapéutica (acupuntura, dígitopuntura, herboristería) y otras áreas relacionadas con la medicina china tradicional. Esto es una extensión natural del arte marcial debido a que, a un nivel avanzado, las técnicas sacan provecho de un detallado conocimiento del funcionamiento energético del adversario con objeto de incrementar la eficiencia de las mismas.